Han sido varios los nombres que se le han dado a Valle de Bravo desde la llegada de los frailes franciscanos a su territorio. El primero fue San Francisco del Valle de Temascaltepec (Temascaltepec de indios), seguido de Villa del Valle y, finalmente, Valle de Bravo. Para distinguirlo del Real de Minas de Temascaltepec, se optó por llamarlo simplemente Valle. Se incorporó al programa Pueblos Mágicos en el año 2005. Su nombre original era Pameje, de origen mazahua. Este cambió durante los primeros años de la Colonia, cuando recibió el título de San Francisco del Valle de Temascaltepec. Años después, durante la segunda mitad del siglo XIX, adoptó el nombre con el que ahora lo conocemos, en honor al general Nicolás Bravo.